Hay gente que muere de vieja, no más. Otros ya estaban muertos en vida. Pero a algunos otros le quitan la vida en lo mejor.Así terminó la historia de Jesús, en un crimen. Pero crimen es violencia. Y no nos gusta mezclar violencia con fe.. Menos aún asumir aquella como ingrediente de ésta.
Aclarado el final se impone la pregunta. Entonces, ¿ que´pasó con Jesús ? Aparecen entonces los responsables: Pilatos, representante imperial romano; Heródes rey judío, y un grupo poderoso, nacional, de presiòn.
Pero, ¿Por qué? ¿Qué hizo Jesús para merecer esta pena? Pregunta clave, definitiva, ineludible, de nuestra fe. Las respuestas no se compran ni se regalan. Intransferible, hay que pensar la respuesta hasta sentirla de uno y una y convencida comprometerse con ella. Responderla es empezar a evangelizarnos y a evangelizar.
Hay una expresión popular... "Se cavó su propia fosa" para decir que uno fabrica su destino y su muerte. En Jesús cabe, es verdad. Pero no por masoquista. Hay algo más profundo. Descubrir su sentido, la raíz dinámica de su vida, es tocar el corazón del Evangelio, sentir su pulso.
Ser cristiano será siempre no un modelo estandar sino "artesanal", hecho por uno y una. Nada hay más libre y personal que la fe. Y la fe es seguir a Jesús. Y seguir a Jesús es tener problemas, una lucha que duele para resucitar futuros nuevos.
Lo que le pasó a Jesús no fue casual. Lo mataron porque su prédica y su práctica rebotaban en contra del complot de poderosos y nunca pactó con ellos. "No somos más que el Maestro". Jesús definitivamente es de los que no tienen voz ni poder, de los pobres, débiles y excluídos. Vivirlo es evangelizar.
Juan Damián
Coordinador ELADE - CIEMAL