Cuarto domingo de Pentecostés – 20 de junio de 2010
Evangelio de Lucas, 8.26-39. La historia del endemoniado de Gerasa puede ser leída como parábola de la obra de Jesús: sana en lo más profundo, libera, da paz y un nuevo sentido para la vida. Pero hay quienes se oponen, y quienes tienen miedo.
Profeta Isaías, 65. 1-7, 17. Dios denuncia por medio del profeta la rebeldía del pueblo contra Dios, que desemboca en los cultos de la muerte y en los sacrificios rituales sin sentido. Agregamos el vs.17 donde se anuncia una nueva creación.
Carta a los Gálatas, 3.23-29. El texto de Pablo nos ilustra etapas en el camino de la fe, hasta llegar a relación de confianza madura y liberadora, en Cristo, donde se vive la plena unidad del género humano, en comunión filial con Dios.
Salmo 22.22-29. Modificamos levemente la selección de versículos de este salmo, para incluir el testimonio del Dios justo, que atiende a los pobres y también convoca “a quienes viven en abundancia” a que reconozcan al Dios de la vida verdadera.
