Cuarto domingo de Pascua
Evangelio de Juan 10.22-30. Seguimos con el tema del pastor, volviendo a la disputa de Jesús con los dirigentes religiosos, sobre quién tiene derecho a llamarse pastor, o sea dirigente, guía y referente espiritual del pueblo. Jesús reitera su criterio: el pastor es el que garantiza la vida de sus ovejas, hasta dando su propia vida por ellas (vs.11).
Hechos 9.36-43: Continuando con algunas imágenes de las primeras comunidades de seguidores y seguidoras de Jesús, tenemos la historia de una resucitada, Dorcas, una mujer “que pasaba su vida haciendo el bien y ayudando a los necesitados”.
Apocalipsis 7.9-17. Ahora seleccionamos del Apocalipsis el canto de alabanza de los redimidos por el Cordero-pastor, que vienen saliendo de la persecución en medio de la cual escribe Juan (vs.14), y afirman la vida plena, sin más lágrimas, ni hambre, ni sed.
Salmo 23. El salmo del Dios pastor que provee todo a sus ovejas: descanso y agua, fuerzas y orientación, seguridad y confianza, dignidad y plenitud, bondad y amor, ahora y para siempre.
