Juan 1.9-18. Leemos del prólogo del Evangelio de Juan, que resume el contenido del libro: Jesucristo es la Palabra eterna de Dios, que se hizo humano, y por él quienes lo reciben son hechos hijos e hijas de Dios.
Jeremías 31.7-13. El Señor promete, a través del profeta, restaurar al pueblo cautivo y disperso: será para ellos padre y pastor, y transformará su llanto en alegría.
Efesios 1. 3-14. Una profunda invitación a la alabanza al Dios de Jesucristo, que en él y por él nos ha hecho sus hijos e hijas, y luego una oración porque los creyentes tengan más sabiduría y comprensión de su esperanza.
Salmo 147.12-15, 19-20. El Señor protege tus puertas, bendice a tus hijos, te dala paz y te manifiesta su palabra.
