Segundo domingo de Epifanía o Manifestación de nuestro Señor
Epifanía –manifestación de Dios, en este caso especial y único en Jesucristo-. En estos domingos entre Navidad y Cuaresma revisamos las primeras manifestaciones o epifanías del Redentor.
Evangelio de Juan, 2.1-11. El evangelista marca como la “primera señal” de Jesús esa transformación del agua en vino para una fiesta de casamiento. sin duda fue una señal entendida por sus discípulos, que vieron allí su gloria, y creyeron en él.
Libro del profeta Isaías, 62.1-5. La lectura del Antiguo Testamento sigue el tema de la boda: Dios le asegura a su pueblo que no descansará, por su amor, hasta que se reconstruya esa comunidad, y eso será una fiesta, inaugurando una nueva comunión.
Primera carta a los Corintios, 12.1.11. El apóstol Pablo pone algunos criterios sobre los dones espirituales: primero, el reconocimiento de Jesús como Señor; segundo, los concede el mismo Dios y el mismo Espíritu, por lo tanto no pueden causar conflictos…
Salmo 36.5-9. Un profundo y emotivo canto al amor de Dios, que cuida a seres humanos y animales, y alimenta en el más profundo sentido: “porque en ti está la fuente de la vida, y en tu luz podemos ver la luz”.